El Williams más íntimo y delicado está presente a lo largo de este, su último hasta el momento, trabajo para el cine.
Dentro de la obra del compositor norteamericano, habría que encuadrarla en el grupo de Las cenizas de Ángela o Memorias de una Geisha, partituras también correspondientes a adaptaciones de novelas de éxito. Además comparte con ambas el detalle de que el propio compositor persiguió el poder musicar la adaptación al cine, algo poco habitual. De hecho, tras su recomendación de Memorias de una Geisha a Spielberg, éste compró los derechos con objetivo de dirigirla, aunque finalmente sólo acabó produciéndola.
El tema que destaco, resume a modo de suite los diferente temas de la partitura. Un piano, quizás la muerte como narradora, nos introduce una evocadora melodía que pasa a adoptar las secciones de cuerda y madera de la orquesta que evoluciona mientras va desgranando el resto de temas de la banda sonora, volviendo en los últimos compases al tema a piano que abre la pieza y, que por su ubicación a lo largo de la partitura, yo he identificado con la muerte (narradora del libro, para aquellos que no lo conozcan).
En conjunto The Book Thief es una obra pequeña, delicada, sencilla que no simple. No encontraremos en ella momentos grandilocuentes, ni aparatosos, abundando los solos de piano, oboe o arpa. Es una partitura ideal para escuchar en un tarde de otoñal, con la lluvia golpeando la ventana. Espero que la disfrutéis.
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