lunes, 6 de enero de 2014

Día 39 - Main Title (Ladyhawke) por Andrew Powell


Si me preguntaran qué es un placer culpable, señalaría sin dudarlo a esta banda sonora. Como acompañamiento de las imágenes directamente, salvo momentos puntuales como el tema de amor, me parece una atrocidad. La hoy un tanto olvidada película del gran Richard Donner, iba a tener inicialmente una partitura de Jerry Goldsmith, quien habría logrado probablemente un gran trabajo, teniendo en cuenta su estado de forma en aquella época y el material de partida. Lamentablemente, los productores decidieron que, para hacer el producto más comercial, sería mejor contratar contar con una música más actual, más del gusto de la época. Una decisión que daña irremediablemente el film visto desde una perspectiva actual. Por aquel entonces los espectadores estaban viendo una historia medieval acompañada de música actual, para el espectador de hoy, sin embargo, el efecto es definitivamente extraño, y al menos para mí dañino, al contemplar un cuento de fantasía de una época lejana e inconcreta acompañado de una música ochentera que no le hace ningún bien.
A pesar del cambio en la banda sonora, la película fue una decepción en taquilla, compartiendo resultados con otro film que pasó por un proceso similar: Legend de Ridley Scott, con música de Tangerine Dream en su versión americana, mientras que los europeos pudimos disfrutar de un gran trabajo de Jerry Goldsmith.
La música compuesta por Andrew Powell para Lady Halcón, mezcla una orquesta sinfónica tradicional con instrumentos como la guitarra eléctrica y ritmos y bases electrónicas. Powell había colaborado con el ingeniero de sonido Alan Parsons en The Alan Parsons Project y juntos se encargaron de la banda sonora del film de Donner. El resultado es tremendamente irregular, con grandes momentos como el tema de amor que se integra perfectamente en las imágenes y las potencia y con otros, lamentablemente más numerosos, donde música e imagen no se integran, las persecuciones y temas de acción en particular, donde aparece el tema principal de la película, que es el que precisamente se escucha en estos títulos de créditos.
Aun así, fuera de las imágenes, siempre me trae una sonrisa, y lo considero un auténtico placer culpable, sé que no es bueno, sé que no es gran cosas, pero no puedo dejar de escucharlo de vez en cuando.


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